miércoles, 25 de noviembre de 2009

Entendiendo el propósito de la Unción y el Avivamiento


Por Julio Guzmán

Hay un deseo general de la iglesia de hoy, una búsqueda constante, una oración que se repite en cada ciudad y cada iglesia que visito, y es el anhelo de la iglesia del Señor de experimentar un avivamiento, un nuevo mover, un derramamiento de la unción de Dios sobre sus hijos.

Muchos piden unción y avivamiento porque quieren experimentar nuevas emociones: sentir un “cosquilleo” por el cuerpo, caer bajo el Poder, embriagarse del Espíritu, reír y llorar bajo la unción. Sentir, experimentar, disfrutar.

Relaciono a este grupo de personas con los que practican deportes extremos para experimentar los efectos de la adrenalina, que al ser liberada produce euforia pero al pasar el efecto hay cansancio y en ocasiones, hasta depresión.

¡Cuánto deseamos un despertar espiritual! ¡Cuánto anhelamos un derramamiento nuevo de su Espíritu! Pero la motivación preocupa. Nuestro deseo principal pareciera ser estimular los sentidos, reduciendo la unción de Dios a una experiencia únicamente sensorial, carente de propósito.

Ahora bien, te has preguntado, ¿cuál es la razón de ser del avivamiento? ¿Para qué envía Dios un mover de su Espíritu en determinados lugares y épocas? ¿Cuál es el propósito de la unción de Dios en la vida del creyente? Jesús nos dice cuál era el propósito de la unción para su propia vida y para las nuestras. Para descubrirlo, leamos detenidamente estos versículos de Lucas 4 y centremos la atención en las palabras resaltadas:

18«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, 19 a pregonar el año del favor del Señor.»

Anunciar, proclamar, pregonar. Para ello fue ungído el Maestro. Sí, querido hermano. El propósito principal del avivamiento no es solo que sintamos algo especial. El propósito de Dios al ungirnos es que prediquemos su Palabra en este mundo abatido, que con el evangelio los cautivos sean liberados y que haya luz y esperanza para esta humanidad tan necesitada de Dios. Bien lo anuncia el tan leído, memorizado y citado versículo, "Recibiran poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo y ... (¿lo habías notado?) ¡serán mis testigos!" Testigos. Testigos que anuncian, proclaman y pregonan el Evangelio que trae salvación.

Por ello, estimado lector, te animo a que la próxima vez que ores por avivamiento, hazlo con fervor y pasión, ¡cuanto necesitamos ese Fuego Santo! Pero antes, revisa tu motivación, recuerda el antiguo y eterno propósito del derramamiento pentecostal, y luego ora con fe, sabiendo que la unción en nosotros, antes de llevarnos a una experiencia en nuestros sentidos, ha de llevarnos a proclamar a Cristo y su evangelio: Amor de Dios, fe, arrepentimiento, perdón de pecados a través del Cordero de Dios.

¿Estás dispuesto a asumir la responsabilidad que incluye el recibir esta Unción?

1 comentario:

  1. Yelica Andrea Parodi Daza3 de diciembre de 2009, 21:26

    Pastores Dios bendiga su trabajo en El y su dedicación a la búsqueda del reino de Dios en esta ciudad, les agradecemos su disposición para servir al Señor, ya que ham bendecido muchas vidas, y el Señor les recompensará grandemente.

    Familia Parodi Daza.
    El blog está muy interesante y edificante.

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