jueves, 27 de diciembre de 2012

Cuidándonos del Orgullo

Lucas 20:46 —Cuídense de los *maestros de la ley. Les gusta pasearse con ropas ostentosas y les encanta que los saluden en las plazas, y ocupar el primer puesto en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes.47 Devoran los bienes de las viudas y a la vez hacen largas plegarias para impresionar a los demás. Éstos recibirán peor castigo. NVI

Introducción: Hay cosas que crecen en muchas partes (cucarachas, maleza), algo así sucede con el orgullo. Está en todas partes. Crece en el corazón del rico y crece en el corazón del pobre, crece en el corazón de la empleada, y en el corazón de la patrona, nace en la vida de los líderes y en la de las ovejas.  Es algo que día a día hemos de cuidar, una maleza que debemos ir cortando cada día de nuestro corazón, si no será algo que se puede apoderar de nosotros, acabando con nuestra vida, ministerio, relaciones etc...

Muchas veces el orgullo nos impide ser transparentes, y nos lleva a vivir una vida de apariencias, una vida de mentira. El orgullo esta muy ligado a la hipocresía, y de hecho el orgullo está ligado a la religión.

Eso era lo que pasaba con los maestros de la ley, predicaban, pero no aplicaban, estaban muy interesados en “parecer”, y no pero muy poco interesados en “ser”.

Ellos tenían estas evidencias de orgullo, de los cuáles hoy vamos a hablar.

Para no dar lugar al orgullo en nuestra vida, estemos alerta cuando alguno de los siguientes aspectos estén tomando lugar en nuestro corazón.

1. Cuando tu enfoque está más en tu pinta que en tu carácter, estás cayendo en orgullo. —Cuídense de los *maestros de la ley. Les gusta pasearse con ropas ostentosas

a. Estos hombres, que eran muy religiosos tenían una preocupación en su vida,