Por: Julio Guzmán Fawcett
Josué 1:6-9 (NVI) 6 »Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados.7 Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la *ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»
Josué, gran estratega militar. Un hombre con una gran misión: suceder a Moisés en el propósito divino de conquistar y repartir la Tierra Prometida para las tribus pertenecientes al Pueblo de Dios. Este hombre, al final de sus días logró las metas que Dios le pidió lograr, es recordado entre los hebreos como aquel que dirigió a los descendientes de Abraham a conquistar un espacio para el pueblo de Dios y a establecerlo en lo que hoy se conoce como Israel.
Observemos en la vida de Josué algunas claves para alcanzar el éxito en lo que Dios nos ha encargado.
Para tener éxito necesitas tener claro hacia dónde vas: Josué sabía cuál era el propósito de Dios para su vida: conquistar la tierra prometida. (v6). El sabía para donde iba. Debes tener una visión de lo que quieres lograr, un norte claro, debes tener clara la meta antes de iniciar la carrera, descubrir qué tiene Dios para ti en la tierra.
También es básico desarrollar una relación con la Palabra de Dios: No te apartes de ella ningún día de tu vida, (v7) habla de ella, Ora con ella, “recítala.” Vs 8, Medítala: habla contigo mismo de la Escritura (v8b.) Obedécela: De nada te sirve todo lo anterior si no vives la Palabra, si no la aplicas. El éxito en la vida viene por obedecer lo que está ahí escrito. (v7, 8)...
Para una vida exitosa es importante vivir diligentemente: Esforzarte, ser valiente (v6,7,9) La vida no es ser fácil, las cosas no te van a llegar del cielo, tienes que esforzarte, que enfrentarte a la vida con valentía, y diligencia. No vas a lograr nada si te sientas a esperar que las cosas sucedan. Hazlo todo como para Dios, con excelencia. Dios merece lo mejor de tu esfuerzo.
Además, si quieres lograr el éxito debes vencer el temor y el desánimo. Grandes enemigos del éxito son estos dos. (v9) No dejes que en tus proyectos te invada el temor y el desaliento.
Por último, para una vida de éxito necesitas la compañía de Dios: Es muy fácil olvidar nuestra dependencia de Dios pero el éxito sin Él es aparente. Sin Dios no vamos a ningún lado. Somos auto suficientes y creemos que tenemos la inteligencia, la fuerza, la habilidad suficiente para lograr el éxito solos, pero la Biblia nos alienta en confiar en Dios y no en nuestra destreza. Prov 3:5-7.
Josué hizo la voluntad de Dios, logró cumplir con el propóstito específico de el Señor para su vida. En este tema, podemos aprender mucho de él, pues a los ojos de Dios, este hombre tuvo éxito.
Mucho se habla de la prosperidad y el éxito en la iglesia de hoy, pero para llegar allá no es posible tomar el camino corto, se requiere de un conjunto de esfuerzos. No es solo tener metas, no es solo ser generoso, no es solo trabajar duro, son varias cosas, pero sobretodo, necesitamos de Dios, necesitamos aplicar sus principios a nuestra vida, solo así conquistaremos toda la tierra prometida que Dios nos dejó en herencia.
Josué 1:6-9 (NVI) 6 »Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados.7 Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la *ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»
Josué, gran estratega militar. Un hombre con una gran misión: suceder a Moisés en el propósito divino de conquistar y repartir la Tierra Prometida para las tribus pertenecientes al Pueblo de Dios. Este hombre, al final de sus días logró las metas que Dios le pidió lograr, es recordado entre los hebreos como aquel que dirigió a los descendientes de Abraham a conquistar un espacio para el pueblo de Dios y a establecerlo en lo que hoy se conoce como Israel.
Observemos en la vida de Josué algunas claves para alcanzar el éxito en lo que Dios nos ha encargado.
Para tener éxito necesitas tener claro hacia dónde vas: Josué sabía cuál era el propósito de Dios para su vida: conquistar la tierra prometida. (v6). El sabía para donde iba. Debes tener una visión de lo que quieres lograr, un norte claro, debes tener clara la meta antes de iniciar la carrera, descubrir qué tiene Dios para ti en la tierra.
También es básico desarrollar una relación con la Palabra de Dios: No te apartes de ella ningún día de tu vida, (v7) habla de ella, Ora con ella, “recítala.” Vs 8, Medítala: habla contigo mismo de la Escritura (v8b.) Obedécela: De nada te sirve todo lo anterior si no vives la Palabra, si no la aplicas. El éxito en la vida viene por obedecer lo que está ahí escrito. (v7, 8)...
Para una vida exitosa es importante vivir diligentemente: Esforzarte, ser valiente (v6,7,9) La vida no es ser fácil, las cosas no te van a llegar del cielo, tienes que esforzarte, que enfrentarte a la vida con valentía, y diligencia. No vas a lograr nada si te sientas a esperar que las cosas sucedan. Hazlo todo como para Dios, con excelencia. Dios merece lo mejor de tu esfuerzo.
Además, si quieres lograr el éxito debes vencer el temor y el desánimo. Grandes enemigos del éxito son estos dos. (v9) No dejes que en tus proyectos te invada el temor y el desaliento.
Por último, para una vida de éxito necesitas la compañía de Dios: Es muy fácil olvidar nuestra dependencia de Dios pero el éxito sin Él es aparente. Sin Dios no vamos a ningún lado. Somos auto suficientes y creemos que tenemos la inteligencia, la fuerza, la habilidad suficiente para lograr el éxito solos, pero la Biblia nos alienta en confiar en Dios y no en nuestra destreza. Prov 3:5-7.
Josué hizo la voluntad de Dios, logró cumplir con el propóstito específico de el Señor para su vida. En este tema, podemos aprender mucho de él, pues a los ojos de Dios, este hombre tuvo éxito.
Mucho se habla de la prosperidad y el éxito en la iglesia de hoy, pero para llegar allá no es posible tomar el camino corto, se requiere de un conjunto de esfuerzos. No es solo tener metas, no es solo ser generoso, no es solo trabajar duro, son varias cosas, pero sobretodo, necesitamos de Dios, necesitamos aplicar sus principios a nuestra vida, solo así conquistaremos toda la tierra prometida que Dios nos dejó en herencia.
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