martes, 17 de noviembre de 2009

Venciendo la envidia.

por: Julio Guzmán Fawcett

¿Nunca te ha pasado en una reunión, cuando sirven la comida que has deseado la porción del otro? Están en la reunión repartiendo la comida, y a nosotros, o nos toca la gaseosa menos llena, menos arroz, la carne más pequeña que la del vecino… Nos mostramos inconformes. Nos llenamos de envidia.

Envidiamos a la gente por su sueldo, su esposa, sus hijos, sus dones, sus cosas. En fin, la lista es larga.Vivimos deseando el plato ajeno, por eso no disfrutamos los manjares que tenemos al frente. En lugar de lo nuestro, preferimos lo del vecino, por ello no disfrutamos a plenitud lo que Dios nos da.

La envidia es una enfermedad del alma ligada a la codicia, a la avaricia, a la ingratitud, al descontento.

Veamos por qué debemos vencer el sentimiento de la envidia.


La envidia es un sentimiento que a Dios no le agrada. Éxodo 20 17 »No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.» Es un pecado que se prohíbe en los diez mandamientos. Dios la aborrece, la interpreta como ingratitud.

La envidia es un sentimiento que nos lleva a cometer malas acciones: Santiago 3:16 Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
Los hermanos de José lo vendieron por envidia y lo reportaron como muerto. Saúl intento matar varias veces a David por envidia. Hoy la envidia te lleva la ingratitud, a peleas, a separarte del prójimo, y hasta hacerle daño.

La envidia es un sentimiento que no podemos justificar: Salmos 37 1 No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias “El vecino es una persona mala, no es cristiano, trabaja ilegalmente y está mejor que yo, que no me meto con nadie, que soy legal, que estoy tratando de acercarme a Dios”. Aunque te parezca injusto que el malo prospere, Dios te dice que no los envidies, pues tendrán un mal fin.

La envidia es un sentimiento que te lleva a enfermarte y a quitarte la paz. Proverbios 14:30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. Muchas personas en lugar de vivir tranquilas pierden el sueño pensando y tratando de entender por qué el vecino tiene más que ellos. Esto enferma.

Para vencer la envidia:
· Pide perdón a Dios de corazón.
· Ora para que te ayude a vencerla.
· Se agradecido con lo que Dios te da.
· Disfruta lo que tienes ahora.
· Aprende a celebrar los triunfos de los demás.

¡Que Dios te ayude y te fortalezca para vencer este terrible sentimiento!

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