miércoles, 30 de marzo de 2011

El Dios que conoce todo de mí. Parte 2.

Para una mejor comprensión, te invito a que mires la primera parte de este estudio, en el cual centramos nuestra atención en la Omnisciencia Divina y en las implicaciones que esto tiene en nuestra vida.

Vimos cuatro áreas de nuestras vidas que no son ocultas ante el Dios que todo lo sabe, cuatro áreas de nuestra vida que él conoce.

Conoce mi vida privada – conoce mi dolor – conoce mi debilidad – conoce mis necesidades –
Veamos cuatro áreas más que son de su conocimiento, y lo que esto significa para nosotros.
1. Dios conoce nuestros pensamientos.

- Dios sabe todo lo que pensamos. Es como si en el cielo hubiese un amplificador con parlantes de pensamientos.

- Cómo están tus pensamientos? Inmoralidad? (Huy, que mujer!!!) Odio? Resentimiento? (Nooo, yo no tengo nada contra ti) pero por dentro si hay resentimiento.
Cuantos pecados se generan en nuestro pensamiento. Celos, envidias, malicia. Todos los pecados por lo general empiezan en nuestro pensamiento, los maquinamos en la mente antes de hacerlos.

- Malicia, tendencia a pensar mal de los demás, no creemos en las buenas intenciones de la gente y vivimos prevenidos, como si todo el tiempo quisieran hacernos daño. (qué horas son? Huy este me va a atracar!!!) Malicia son esas cosas de la gente que no decimos pero que si pensamos. Ils que tal que tuviéramos el don que tenía Mel Gibson? (Lo que ellas quieren) todo lo que nos enteraríamos... Cómo te sentirías si yo te visito y supieras que tengo este don? Creo que sería muy incomodo.

- Desechando toda malicia. Santiago 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas
1 Pedro 2:21.

- Podemos escoger qué pensar. Debemos ser selectivos en cuanto a ellos. Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Hermanos, seamos disciplinados en cuanto a lo que pensamos, Es importante hacerlo porque aunque nadie escucha tus pensamientos tenemos un Dios que si los conoce y es capaz de revelarlos. Y tenemos que rendir cuentas delante de Él por cada pensamiento inadecuado. Lutero dijo no puedes impedir que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si impedir que hagan un nido.

2. Dios conoce las limitaciones de mi mente. Que no tenemos toda la información que necesitamos. Que somos ignorantes de muchas cosas. 1 Timoteo 1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén

- A veces uno saluda a los amigos así: “Oh gran sabio, gran maestro: Tú que todo lo sabes y nada lo ignoras” uno sabe que es un sarcasmo, una tomadura de pelo, porque la verdad es que aunque tengamos mucha información, mucha es la que nos falta.

- Hay muchísimas situaciones en las que nuestra información es limitada. Hay temas en los cuales tenemos mucha o alguna información, pero no sé si has presenciado conversaciones tan técnicas o tan desconocidas para uno, que uno queda en la luna y no puede participar. Uno quiere meterse en la charla pero teme decir una “burralidad”. Eso es una muestra de que tenemos limitaciones en cuanto a que no tenemos toda la información. Dios sabe eso.

- Hay muchas en las cuales nos enfrentamos a situaciones en las cuales necesitamos un conocimiento que no poseemos. Cuando estamos ministrando a una persona, o cuando estamos predicando la Palabra de Dios. Incluso en nuestros trabajos, situaciones en las que no sabemos qué hacer, o en los estudios, cosas que ignoramos por completo pero que necesitamos obtener esa información. Dios nos puede revelar esas cosas profundas que no conocemos. Jeremías 33:3

- Y en cuanto al ministerio hay dones que Dios da como la palabra de Ciencia y la palabra de sabiduría, donde Dios comparte un poco de información que viene de su Omnisciencia para ayudarnos a ministrar a otros.

3. Dios conoce nuestras motivaciones.
Mateo 6
El dar a los necesitados
1 »Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa.
2 »Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los *hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.3 Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha,4 para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
5 »Cuando oren, no sean como los *hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
16 »Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los *hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que éstos ya han obtenido toda su recompensa.17 Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara18 para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino sólo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

- Para Dios no solo es importante lo que hacemos, sino porqué lo hacemos.

- Que te motiva a hacer las cosas? Por qué haces cada cosa que haces? Hay intereses personales egoístas?

- Dios quiere que ores pero no quiere que lo hagas para que te aplaudan, Dios quiere que ayunes pero no quiere que lo hagas para que la gente sepa que tú eres súper espiritual, Dios quiere que seas generoso, pero no quiere que hagas alarde de tu generosidad.

- El conoce perfectamente porqué hacemos todas las cosas. Sabe la motivación, lo que te mueve a hacer las cosas.

- Por qué quieres estar en la alabanza? Porque un día quiero ser una estrella del vallenato. Porque me gusta el aplauso, la palmadita en la espalda, porque voy a competir con el otro. Porque yo si se y ellos no saben.¿Qué tal las anteriores motivaciones? O porque quiero servir al Señor, ser útil en el ministerio, porque tengo un llamado de Dios para eso, porque quiero dirigir a las personas a que tengan un encuentro con Dios. Porque quiero predicar con la música. Estas motivaciones son las que Dios aplaude y aprueba.

- He visto que nuestro complejo corazón es malo. Muchas veces alguien nos cae mal y queremos amargarle la vida. Entonces usamos a una persona cercana a nuestra víctima para “expresarle nuestra preocupación” acerca de esa persona y hablamos mal de esa persona pero quedamos “como un rey” porque nuestra supuesta motivación es la preocupación por esa persona. Pero lo hacemos con nuestro hecho pensado. Para que esta persona cercana vaya y le comente y se forme el lío.

- Dios sabe por qué venimos a la iglesia, Dios conoce la motivación nuestra para servirle, él sabe por qué hacemos cada cosa, y más vale que tu motivación sea la correcta, si quieres recibir la recompensa de Dios.

4. Dios conoce las cosas de la vida más que nosotros. Isaías 55:9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

- Él sabe más de esta vida que nosotros, él sabe cómo funcionan las cosas a nivel físico, emocional y espiritual. Él sabe que es los que nos conviene.

- Imagina esta situación. Estas en quien quiere ser millonario, y te hacen una pregunta de Astronomía que tu ni idea, y llamas a tu amigo, trabaja para la NASA, se las sabe todas en ese tema, y él te dice, con toda seguridad es la B, le agradeces, pero tú le dices a la Serna, a mí me suena la A, A última Palabra. Y pierdes los millones. El otro sabía muchísimo más que tú (por lo menos en ese tema) tú no le hiciste caso y perdiste.

- Eso mismo pasa cuando nos relacionamos con el Dios omnisciente. Dios compartió algo de su omnisciencia con nosotros, parte de su conocimiento infinito, lo suficiente como para que podamos vivir esta vida con éxito. Para que te lleves el premio mayor. Lo hizo al dejarnos su Palabra. Lo peor es que sabemos lo que tenemos que hacer, ya Dios nos dió la respuesta correcta, porque lo tenemos claro en su palabra pero creemos que somos más inteligentes que Dios. Siempre tenemos un mejor camino, una mejor manera de hacer las cosas.

- Dios nos invita a Diezmar y a ser generosos, y nos muestra que así seremos bendecidos hasta la sobreabundancia, y nosotros, más inteligentes que Dios, pensamos que para prosperar es mejor retener. Ser tacaño (yo diezmo con mi servicio)
Nos invita a congregarnos para crecer en muchas áreas de nuestra vida y creemos que es mejor congregarnos en la casa. El mismo concepto es una burralidad. Pero somos más inteligentes que Dios.
Dios nos invita a buscarle a su manera y nosotros insistimos en buscar a Dios a la manera nuestra.
Nos invita a abandonar el pecado para ser librados de maldiciones para nuestra vida y la de nuestra familia pero nosotros insistimos en que vivir en pecado es lo máximo. Él dice por fe, nosotros por obras.
Él dice la humildad, nosotros decimos el orgullo.

· El Dios que creo esta vida sabe cómo funciona el negocio, Dios sabe qué es lo que nos conviene, sabe la manera que debemos vivir, tiene toda la sabiduría, nos conviene hacerle caso. Nos conviene someternos a su Palabra en todo. Si tú eres inteligente vas a dejar la rebeldía con Dios, si tus neuronas te sirven de algo, vas a hacer las cosas a la manera del más sabio del universo y no a tu manera. Pues hacer las cosas a nuestra manera no trae bendición, Proverbios 16:25 pero hacer las cosas a su manera genera vida, prosperidad, bendición, paz, salud, alegría.

Tú decides, hacer las cosas a la manera de Dios y ser bendecido, o hacer las cosas a tu manera y llevar del bulto. Romanos 12 1-2 nos muestra que su voluntad es buena, agradable y perfecta.
Dios no espera de ti solo una conducta adecuada, sino un modo de pensar adecuado, una mente renovada, unas motivaciones santas y una actitud humilde de reconocer nuestras falencias intelectuales.

Él espera que le confiemos nuestras vidas a Él, quien es todo sabio, y espera que sometamos a Él nuestras vidas, cada mandamiento, cada principio que sigamos al pie de la letra será para nosotros bendición, porque si Dios lo pide es porque Él sabe que es lo mejor para nosotros. ÉL sabe que detrás de lo que Él nos pide, hay una bendición que reclamar y un dolor de cabeza del que somos salvados.

El Dios omnisciente lo sabe todo, sus pensamientos son mejores, más altos que los nuestros.
Sal 139:
1 Señor, tú me examinas, tú me conoces. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.

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