domingo, 29 de agosto de 2010

El camino hacia la Sanidad de la Tierra.



Sin embargo como iglesia Dios nos hay delegado autoridad a nuestras vidas, nos ha puesto como sacerdotes en esta ciudad, nos ha dado herramientas poderosas, que si las utilizamos bien, podremos contrarrestar las acechanzas del maligno.

Hay cosas que la iglesia puede hacer si quiere Sanidad para su tierra.

No es vivir asustados, no es pasar la noche en blanco para cuidar las calles, ni es meternos todos en el mismo cuarto. No es criticar a todo el mundo. Estas cosas no dan solución al problema. No es comprar armas, tenemos armas más poderosas que las armas que conocemos.

Hay algunas cosas que como ciudadanos y como pueblo de Dios tenemos que hacer si queremos que nuestra tierra sea sanada. Las encontramos en 2Cr 7:14 si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

Veamos en esta cita estas cosas que tenemos que hacer.

A. Si queremos la sanidad de la tierra, tenemos que Humillarnos. 1 Pedro 5: 6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo.

1. Albert Einstein. Dijo: “El hombre solo es grande cuando está de rodillas” Dios exalta a los humildes.

2. El ser humano tiene una fuerte tendencia al orgullo. Algunos se creen más santos que los demás, otros, más inteligentes que todo el mundo, con más plata que el resto, Pero Dios nos llama a abandonar ese orgullo tonto y nos anima a empezar a vivir en humildad.

3. Tenemos que Dejar de creer que somos tan buenos, entender que no estamos tan bien, reconocer nuestra condición. Confesar nuestro pecado. El pecado de la ciudad: Ocultismo, inmoralidad, envidia, avaricia. Como el publicano en contraste con el fariseo. Lc 18:9-14

4. Humillarnos delante de nuestro Dios viene cuando vemos nuestras carencias comparadas con el poder y la grandeza de Dios. Cuando dejamos de confiar en nuestras habilidades, inteligencia, posesiones, posición social y empezamos a depender de Dios.

En estas situaciones muchos creemos que tenemos todas las respuestas, nuestro orgullo nos lleva a tratar de solucionar la cosa: razonamos y decimos, “esto lo hizo tal secta o tal persona”, lo que la policía debería hacer es tal, lo que los padres deben hacer es tal, pero ninguno de esos razonamientos nos van a ayudar si no nos humillamos delante de Dios, si no reconocemos que no nos las sabemos todas, que no tenemos todas las respuestas.

5. El humanismo pone al hombre como el más importante, como el centro del universo. Hace creer al hombre que todo lo puede, que no tiene necesidad de nada ni de nadie, y lo peor de todo es que el ser humano es tan necio que se lo cree.

Pero mientras el hombre no reconozca la grandeza de Dios, ni se humille delante de Él reconociendo su pequeñez delante de Él, no verá la sanidad que anhela.

A veces creemos que tenemos el control, y que tenemos que hacer por la ciudad y por el país, pero sin Dios no podemos.

B. Si queremos la sanidad de la tierra, tenemos que Orar
Filipenses 4:6-7 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

1. Orar, Orar como nunca antes has orado por esta tierra. Esto nos dará paz, esto hará que nuestros pensamientos y nuestro corazón sean guardados.

2. ¿Cómo has reaccionado esta semana? ¿Te has llenado de temor? ¿has pasado la noche en vela? ¿no has querido salir a la calle? ¿te has quejado? O ¿has orado por esta situación? Señor, ayúdanos, has justicia, revela a las autoridades quienes son los culpables, líbranos del maligno. Amén.

3. Si en algo se ha avanzado en esta tierra es por la oración de la iglesia. Yo creo que Riohacha ha avanzado.

4. Ven los miércoles, ven los viernes para interceder.

5. El país, la ciudad, la iglesia, sus pastores necesitan ser rodeados de oración. Vamos a estar levantando un ministerio de intercesión en la iglesia, nos urge tener ese ministerio, estamos tarde - porque las grandes batallas se ganan primero en oración-. No siempre es lo único que debemos hacer, pero es lo primero. Vamos a hablar con ciertas personas, pero no es un grupo cerrado, es más, tú deberías hacer parte de este gran ejército de intercesores, ofrécete.


C. Si queremos la sanidad de la tierra, tenemos que Buscarle. Jer 29: 12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo *corazón.

1. Buscarle en Adoración. Buscarle en oración y ayuno. Buscarle en su templo. Buscarle por medio de su palabra. Buscarle de todas las maneras posibles.

Buscar a Dios es más que pedirle, tiene un matiz diferente al hecho de solo orar, es más que ir a su presencia cuando necesitamos un favor.

¿Qué piensas de los “amigos” que te buscan solo para pedirte favores, que solo se aparecen en diciembre?

¿Qué tal un hijo que solo se aparece para pedir plata o cosas?

2. Es buscarle, no para llenar un requisito, sino porque le amamos tanto, estamos tan agradecidos con él, tenemos una necesidad tan grande de Dios (no estoy hablando de sus bendiciones) que yo con pasión, con convicción, con todo el corazón le busco.

3. Es buscarle simplemente con la motivación de estar con Él. Hay gente que es muy chévere, optimista, con la que uno le gusta estar, sin ningún plan, simplemente pasar tiempo Juntos, pero nada es mejor que andar con nuestro Dios.

4. Como dice Salmo 63:1 NVI, buscarle intensamente. Somos intensos para muchas cosas, (hablar por teléfono, internet, jueguitos, mensajes, para pedirle cosas a los hijos, o al marido) menos para buscar a Dios.

5. Y no te extrañe que en esos tiempos de búsqueda, Dios te revele cosas, el nos puede mostrar porqué suceden las cosas que suceden, nos puede mostrar cómo orar, nos puede revelar detalles, nos puede mostrar soluciones, por donde el va a empezar a restaurar esta ciudad. (Tengo amigos que me dicen, te cuento una cosa, pero no le cuentes a nadie, porque eres tú el único que sabe) Dios le suelta información a sus amigos, a la gente que anda con Él, a la gente que le busca. Tenemos que buscarle.

6. Si queremos que esta tierra sea transformada, sea transformada, entonces esta tierra, empezando por la iglesia, tiene que buscar a Dios como nunca antes.

D. Si queremos la sanidad de la tierra, tenemos que Abandonar la mala conducta.
Proverbios 28:13 Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.

1. Esto es nada más y nada menos que arrepentimiento.

2. Dejar el pecado.

3. No puedes seguir llevando la vida que llevas y esperar que tu tierra, tu barrio, tu familia sea restaurada. Necesitamos un cambio total de vida. Necesitamos hacer a Jesús Señor de nuestras vidas.

4. No podemos decir, los políticos son unos ladrones, y aun así nosotros robar, por ejemplo, robándole a Dios los Diezmos y las ofrendas que le pertenecen.

No podemos reprocharle al primo el hecho de que es mujeriego, adultero cuando nosotros estamos en las mismas, o cuando estamos teniendo malos pensamientos con toda mujer que pasa.

No podemos tratar a la vecina de chismosa, murmuradora, calumniadora, cuando nos reunimos a hablar mal de ella.

No podemos juzgar a los asesinos, si nosotros albergamos en nuestro corazón, amargura, resentimiento, deseos de venganza.

Si queremos que la tierra cambie, nosotros tenemos que cambiar, que abandonar la mala conducta. TENEMOS QUE SER CRISTIANOS DE TESTIMONIO, GENTE QUE alumbre en la oscuridad.

La sanidad de la ciudad empieza por la sanidad de los ciudadanos y los primeros ciudadanos que tienen que cambiar son los creyentes.

Resultados de Caminar por este camino

A. Dios Escuchará desde el cielo nuestra Oración. No diremos más: ¿será que tú me escuchas? ¿será que vale la pena que invierta tiempo en orar? Porque tendremos la certeza que Dios nos escucha desde el cielo.

B. Dios Perdonará nuestro pecado. Qué alivio! Que paz! Que bendición ser perdonado por Dios.

C. Dios restaurará nuestra tierra. Las heridas serán sanadas, la paz será devuelta, veremos la gloria de Dios en esta tierra, esta tierra será bendecida, dará su fruto, la gente se acercará a Dios, porque la iglesia SE HUMILLA, ORA, BUSCA A DIOS, SE APARTA DE SUS MALOS CAMINOS.

Este es el momento de responder a esta predicación, ¿Cómo quieres ver a tu ciudad? ¿Una ciudad bendecida, llena de paz, de progreso, donde la delincuencia disminuye, donde hay oportunidades para todos, una ciudad libre de las heridas del pasado?

Tú tienes parte en esto. Una persona puede hacer la diferencia.

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