martes, 10 de abril de 2012

Perdonando a la manera de Jesús.


Razones por las qué debemos perdonar.





Las imágenes son de Corrie Ten Boom. 

Eph 4:31 Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.Eph 4:32 Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Corrie Ten Boom era una relojera holandesa que trabajó como relojera, en la segunda guerra mundial, esta mujer junto con otras ayudó a muchos judíos a escapar de los nazis, los refugió y salvó a muchos de la muerte. En 1940 los nazis invadieron Holanda y se llevaron a Corrie y a toda su familia a los campos de concentración, tuvo que presenciar y ser víctima de todas las crueldades que practicaban los nazis en contra de los judíos. Al final de la guerra fue liberada, y fundo en Holanda centros de rehabilitación. Se dio cuenta que las víctimas de los nazis capaces de perdonar fueron los que más rápido pudieron reconstruir sus vidas. Luego empezó a predicar la palabra de Dios en más de 70 países y su tema central era el perdón. Estando en Alemania al final de una predicación se le acerca una y se dio cuenta que era uno de los guardias más crueles del campo de concentración en el cual ella estaba. Este hombre quien había sido tocado por Dios luego de entregarse, llegó hacia ella para pedirle perdón.

En un inicio entró en shock, era el momento de practicar lo que estaba enseñando, estaba luchando por unos segundos pero tomó fuerzas para perdonarlo. Cuenta en su libro: "durante un momento largo nos estrechamos las manos, el antiguo guardia y la antigua prisionera. Nunca había sentido tan intensamente el amor de Dios como lo sentí entonces".

Al final ella había perdonado a este hombre a quien se ganó para Cristo en este día.
El perdón no siempre es fácil, pero siempre podemos perdonar.
Este año nuestro deseo es ser como Jesús, y una cualidad que debemos desarrollar del carácter de Cristo en nuestras vidas es el perdón a quienes nos han herido, así como Cristo perdonó.

Como creyentes que somos debemos perdonar a quienes nos han herido como Jesús lo hizo.
El día de hoy quiero que veamos las razones por las cuales debemos perdonar a quienes nos han herido, veamos esas razones.


1.    Debemos perdonar porque Jesús lo ordenó. Marcos 11:25
Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados

a.    No lo digo yo, ni Coello ni Chopra, lo dijo Jesús. Si tienes algo contra otra persona, perdónala.

b.    El perdón no es algo opcional para un cristiano, es un mandamiento de Jesús. Solo con eso debería bastar.

c.    Si Jesús es mi líder, si yo le he dado a Jesús el control de mi vida, si en realidad Él es mi Señor yo debería obedecer todo lo que Él me dice.

d.    el perdón no se ofrece:

                                         i.    Dependiendo de la ofensa: (puedo perdonar estas cosas – pero estas otras no) (esto no tiene perdón de Dios, así que yo no tengo que perdonar!!!) No somos Dios para decir que cosa tiene perdón de Dios. Jesús dice que una sola cosa no tiene perdón y es la blasfemia contra el Espíritu Santo.

Sabías que perdonar no significa estar de acuerdo con lo que hizo esa persona? no es excusar el mal comportamiento? No es negar el dolor o mentir acerca de ese dolor?
                                       ii.    Dependiendo de lo que siento. Perdono cuando me pase el dolor. (más bien perdona para que el dolor sane)  No siempre sentimos obedecer a Dios. Perdón es una decisión. El dolor no necesariamente pasará inmediatamente, pero el perdón es el inicio de la sanidad.

                                     iii.    Dependiendo de la persona. Dios nos pide perdonar aun a nuestros enemigos.
e.    En realidad la obediencia trae bendición a nuestras vidas. La obediencia nos conviene. En cambio amargura, el resentimiento no le convienen al alma del ser humano. Esta más que comprobado que estas cosas traen enfermedad, estrés, falta de paz, depresión, ansiedad, insomnio etc... Pero la obediencia a Cristo en el hecho de perdonar nos va a traer paz, salud, seguridad, bienestar, bendición.

f.     Espiritualmente la falta de perdón es como si pusieras en una mochila que cargas todo el día piedras con el nombre de la ofensa y del ofensor. Qué va a pasar en tu vida si andas mucho tiempo con esas piedras? Te vas a cansar, vas a rendir menos, vas a estar estresado, la obediencia a Cristo te conviene.

O es como cuando uno deja abiertos muchos programas en la computadora, entre más cosas abiertas tengas, la computadora se vuelve lenta, el rendimiento es menor.  Hay que cerrar capítulos, cerrar heridas, hay que dejar a un lado esos resentimientos mediante el acto de obediencia a Cristo que es perdonar. Hay que en oración, tomar cada una de esas piedras y sacarlas de la maleta una por una. Vas a descansar, vas a ver que obedecer a Jesús da resultado.

2.    Debemos perdonar porque Jesús perdonó. Lucas 23:34
-Padre,  perdónalos,  porque no saben lo que hacen.

a.    Jesús nos dio el ejemplo. Él no es un líder, que dice: "¡de malas!, ustedes tienen que cumplir mis órdenes, yo no lo tengo que hacer porque yo soy el patrón", ese no es nuestro Señor, así no es nuestro Maestro. Si Él nos pide perdonar, es porque Él estuvo dispuesto a hacerlo, él lo hizo. Jesús no nos pide nada que Él antes no haya hecho.

b.    Ponte a pensar en Jesús, en la relación que tuvo con sus discípulos, Él tuvo que soportar todas sus necedades, tuvo que soportar:

                                         i.    Unos discípulos que peleaban entre ellos discutiendo quien es el mejor.
                                       ii.    Unos discípulos que querían que Jesús les diera poder a unos Samaritanos.
                                     iii.    Unos discípulos incrédulos.
                                      iv.    Un Pedro inestable.
                         v.    Un Judas que sin importarle el amor con que Cristo lo trató era Ladrón y además traidor.
                                      vi.    Un Tomas que lo vio hacer todos sus milagros y aun así no creía.

Y no solo tenía que aguantarse todo lo que decían, sino que adicionalmente escuchaba sus pensamientos, sabía cuáles eran sus dudas, (una vez Jesús les preguntó a un grupo de Gente: por qué piensan así? (cómo supo?) 
No solo eso, sino sabía todas las faltas que esta gente iba a cometer contra Él, aun así los amó. Aun así los perdonó anticipadamente.

Recuerdas la película “lo que ellas quieren”? Mel Gibson podía escuchar cada pensamiento de las mujeres.

¿Qué tal si tú supieras todas las cosas que la gente piensa de ti? Los seguirías amando?

¿Qué tal supieras no solo las faltas que tus seres queridos han cometido contra ti, sino las faltas que cometerán? Perdonarías?

¿Cómo pudo Jesús amar a esa gente que no era tan fácil amar?

c.    ¿cómo trato a estas personas que le trataron mal?

                                         i.    Tomó el balde, la toalla, se arrodilló y Lavó los pies de un Judas sabiendo que le iba a traicionar, y lo trató como el invitado de honor (cuando el anfitrión tomaba el pan, lo mojaba en el vino y lo entregaba a alguien todos en la cena sabían que este era el invitado de honor) – de un Pedro que le iba a negar y de un Tomás que iba a dudar de Él. Les extendió el perdón anticipadamente. Antes de la ofensa ya los había perdonado.

                                       ii.    Un Pedro que después de negarle Jesús lo busca y lo restaura… Pedro me amas?

                                     iii.    Todo un grupo de gente, entre soldados romanos, religiosos, judíos del común que le insultaron, le escupieron, le hirieron, lo azotaron, lo crucificaron, se burlaban de Él, y cómo oró? Padre, dales duro!!! Repréndelos!!! Devuélveles el mal!!! Acaba con ellos!!! NO, oro por ellos, los perdonó: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

d.    Jesús lo hizo, Él nos dio el ejemplo más grande de perdón, porque ninguna ofensa que nos hayan hecho se compara con todas las que recibió el Hijo de Dios. COMO ÉL PERDONO NOSOTROS PODEMOS PERDONAR.

3.    Debemos perdonar porque Jesús nos perdonó. Col 3:13
de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

a.    Jesús no solo perdonó a Pedro a Juan y a los romanos, él también nos perdonó a nosotros. Todos hemos ofendido a Dios no una, ni dos ni tres veces, lo hemos ofendido muchísimas veces, y como somos imperfectos, lo seguimos ofendiendo y Él sabe eso, pero que dice 1Juan 1:9. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.

Él nos ofrece perdón, se olvida de nuestros pecados, los aleja de nosotros, los borra, no se acuerda de ellos.

Jesús nos pide que de la misma forma como Él nos perdonó nosotros perdonemos a los otros.
Pero nosotros tenemos el descaro de no perdonar a quienes nos ofende.


b.    No perdonamos porque nos olvidamos muy pronto de lo que Jesús hizo por nosotros.

c.    Hay gente que dice: Lo he intentado pero ¡NO PUEDO! Cuando eso te pase, algo que te va a dar fortaleza para perdonar es recordar que Jesús te perdonó a ti. Como Jesús me perdonó yo también puedo perdonar.

d.    EL MEJOR EJEMPLO DE ESTO LO DIO JESÚS. En una ocasión Pedro le pregunta a Jesús, ¿Cuantas veces tengo que perdonar a mi hermano? (Cierto que a veces llevamos la cuenta de las ofensas? –Tengo un memorial de agravios!!! Te las tengo contadas!!!) y Jesús contó la historia de una persona que debía mucho dinero al rey, el rey lo iba a vender a él y a toda su familia y el hombre le lloró al rey… le dijo que le tuviera paciencia que le pagaría todo, el rey sabía que no tenía como pagar, y le perdonó la deuda – el hombre salió de ahí donde alguien que le debía a él una cantidad mucho menor, lo agarró por el cuello, lo estaba estrangulando y le dijo ¡págame todo! pasó lo mismo, el hombre pidió que le tuviera paciencia, y ¿que hizo esta persona a quien el rey le había perdonado tanto? Lo mandó para la cárcel hasta que pagara todo – que hizo el rey cuando se enteró? Lo insultó, le hizo reclamo y lo mandó a la cárcel hasta que pagara el último centavo- Jesús dijo: así hará nuestro Padre Celestial a todo el que no perdone las ofensas.

e.    Jesús nos ha perdonado tanto, que lo mínimo que debemos hacer es perdonar a quienes nos ofenden.

Lo que han hecho en contra de nosotros no es nada comparado con lo hemos hecho en contra de Dios.

Nosotros no hemos sido tan ofendidos como Jesús lo fue, sin embargo Él perdono. Cómo Él nos perdonó, nosotros tenemos también el poder para perdonar a otros.

4.    Debemos perdonar porque Jesús nos alerta acerca de las consecuencias de la falta de perdón.

Además de las consecuencias que ya conocemos de la amargura (enfermedad, depresión, estrés…) Jesús sabe que la falta de perdón no nos conviene. Que el más beneficiado al perdonar es uno, no el ofensor. Veamos qué tipo de consecuencias nos alerta Jesús que nos vienen por la falta de perdón.

a.    Nuestra relación con Dios se ve afectada. Mat 6.14-15 »Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.

Dios nos ama con todo su ser, pero la falta de perdón hace que pongamos una barrera entre nosotros y Dios. Nuestra relación con Dios sufre cuando nos negamos a perdonar.

Nuestra vida de oración no es la misma cuando estás guardando un resentimiento que cuando estás en paz con todos.

A veces repetimos como loros, no oramos sino rezamos, oramos de manera tan automática que ni siquiera somos conscientes de lo que estamos diciendo en oración.  Lo digo por el Padre Nuestro. Si tú oras el Padre Nuestro a conciencia entonces  tú ya le has dicho a Dios que no solo estás dispuesto a perdonar, sino que ya los has perdonado. Si sigues guardando resentimiento después de orar con el Padre Nuestro tú no has orado, tú has repetido una oración cómo loro, porque no estás dispuesto a perdonar a los que te ofenden. No somos consistentes con lo que oramos.

Pasa entonces que nuestra vida de oración es afectada. Las bendiciones, el perdón, la respuesta de la oración son retenidas hasta que perdonemos.

YO LO VEO DE ESTA MANERA: Yo amo a mi hijo, pero hay cosas que él me pide que yo le doy si hace algo que le estoy pidiendo.  Quería un barrilete y yo le dije. Si yo ye lo doy, pero primero terminas la tarea- primero comete toda la comida.

Me imagino así a Dios diciendo: que te perdone, está bien, pero primero ve y perdona a sutano. Que responda tu oración. Sí quiero responderla, pero primero ve y perdona a el que te hirió.

Eso no es crueldad, eso es amor, Él sabe el daño que nos hace estar resentidos, estar amargados y no quiere que nos hagamos daño. ¿Tú dejarías que tu hijo se hiciera daño? Dios tampoco. Por eso nos insiste en que debemos perdonar.

b.    Nuestra relación con otros se ve afectada. Lucas 6:37»No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.

¿Cuantos han sido ofensores alguna vez? Y muchas veces nuestras ofensas han sido graves. Somos expertos en justificarnos, pero cuando alguien nos hace lo mismo somos implacables.

Jesús nos enseña algo que para mí es una extensión de la regla de oro. “Trata a los demás como quieres que te traten a ti”

Es decir, si a ti te gusta que la gente pase por alto tus necedades, tus torpezas, tus ofensas, tus bromas pesadas tú tienes que aprender a perdonar. Si esperas que otras personas te extiendan el perdón tú debes también extender el perdón a otros.

Un pastor amigo nos contó que estaba hablando con unos hombres y le preguntó a uno: cómo reaccionarías si te enteras que tu esposa te es infiel, el respondió: la mato, y después la dejo. Ahora, y si tú le eres infiel, cómo esperas que ella reaccione (cualquiera pensará: va a responder lo mismo: que me mate, que me deje) pero este señor contesto: si yo se lo hago? Que se aguante el brinco.

Esto es una muestra de que estamos muy dispuestos a ofender, pero no estamos dispuestos a perdonar – es una muestra de que queremos que nos perdonen pero no estamos dispuestos a perdonar.

Pero la vida espiritual no funciona así. Si tú no perdonas, no esperes que otros te perdonen. Jesús lo dijo. No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.

Te conviene perdonar, no es fácil, porque muchas veces las heridas son profundas. Las ofensas recibidas son fuertes, uno siente que no las merece. Pero recuerda que perdonar no es aceptar que lo que te hicieron está bien. No quiere decir que estás de acuerdo, o que no te duele. Dios te pide que perdones porque te ama y  porque sabe que es lo mejor para tu vida.

Pídele a Dios que te de su fortaleza para perdonar. Pídele a Dios que te llene de su amor para ejercer el perdón. Pídele que te recuerde de cuantas cosas él te ha perdonado.

Recuerda el ejemplo de tu maestro, de tu Dios, al que estás siguiendo. Heridas, azotes, insultos, burlas, traicionado por sus amigos, menospreciado por aquellos que sanó o favoreció con un milagro, pero en la cima de su sufrimiento dijo: PADRE PERDONALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN.

Sigue su ejemplo y toma la decisión de perdonar el día de hoy. Una vez tomas la decisión, Dios empieza a derramar su gracia y su poder sobre tu vida para ayudarte en esa decisión.

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