2
corintios 3: 3 Es evidente que
ustedes son una carta de Cristo, expedida[a]por nosotros, escrita
no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra
sino en tablas de carne, en los corazones.
4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.8 Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?9 Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!10 En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria.11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!
12 Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza.13 No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.8 Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?9 Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!10 En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria.11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!
12 Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza.13 No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
Introducción:
2
caminos para llegar a ser como Jesús:
-
uno
muy frustrante y otro que te traerá satisfacciones.
-
Uno
es un camino de huecos, piedras, montañas, obstáculos, el otro es como una
autopista asfaltada.
-
Uno
es como tratar de avanzar en un carro con ruedas cuadradas. El otro es como ir
en avión en las cosas espirituales.
-
Uno
es como el niño que tiene una tarea imposible de hacer para su edad pero quiere
hacerla solo, el otro es como el niño que tiene una tarea imposible de hacer
para su edad pero confía en la ayuda de su padre.
-
Uno
es como tratar de llevar la contabilidad del Cerrejón con lápiz y papel, sin la
ayuda de siquiera una calculadora, y la otra es como llevarla con un programa
sofisticado que es solo ingresar datos, y que al final te hace la contabilidad
y hasta gráficos.
La ley, el Espíritu.
El
camino de la ley es tratar de ser como Jesús (Santificación) en nuestras propias fuerzas, con nuestros
métodos. Es el camino de la religión, de querer llegar por nuestros esfuerzos.
El camino de la ley. Este camino se queda solo en buenos intentos, HACE MÁS
DAÑO QUE BIEN, sencillamente no
podemos ser como Jesús con nuestras fuerzas. Sencillamente es imposible.
El
camino del Espíritu es permitirle al Espíritu Santo que transforme nuestra vida
a la imagen de Jesucristo, es el camino de la dependencia de Dios, es el camino de la relación
con Dios a través de Jesús y con la ayuda del Espíritu Santo. Este camino nos
llevará a la victoria. Es
Dios mismo en nosotros obrando!!!!!.
Hoy
veremos una comparación entre estos dos caminos, al final tú tendrás que
escoger entre estos dos caminos para llegar a ser como Cristo.
Tú
tendrás que escoger entre la religión y Cristo. Tú tienes que escoger entre la
ley y terminar agotado y sin resultados, o el Espíritu y andar aliviado y en
victoria.
1. Tratar de ser como Jesús por nuestro esfuerzo es confiar en el poder del hombre – Dejar que el Espíritu nos transforme a la imagen de Jesús es confiar en el poder de Dios–
3 Es evidente que
ustedes son una carta de Cristo, expedida[a]por nosotros, escrita
no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra
sino en tablas de carne, en los corazones. 4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos
por medio de Cristo.5 No es que nos consideremos
competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.
a.
El
apóstol dice que no se consideran competentes por su propio poder, por cumplir
con la ley, por esfuerzos humanos, confía en el poder de Dios que es de donde
viene su capacidad.
b.
Eso
es lo que sucede a quienes creen que pueden ser salvos, o santos, o cómo Jesús
por medio de cumplir con la ley en sus propias fuerzas.
c.
Uno
no puede confiar en uno mismo para ser como Jesús, nosotros somos
débiles,(alguien contó que le fue nuevamente infiel a su esposa porque la mujer
le lloró) somos inconstantes (un día estamos poderosos, otro día caemos
fácilmente)
d.
Confiar
en nuestros propios esfuerzos va a hacer que caigamos una y otra vez. No podemos ser como Jesús a punta de confiar
en nosotros mismos.
e.
La
Biblia dice, maldito el hombre que confía en el hombre.
f.
Hoy
se habla mucho del poder de la mente, de ser positivos, de la autoconfianza, tú
eres un verraco, tú puedes, y pensamos que en el asunto de la santificación,
(el proceso de llegar a ser como Jesús) el asunto es igual.
g.
Mucho
de esto es humanismo: la vida centrada no en Dios sino en el hombre. Esto se ha
metido en la iglesia, aunque no es una doctrina Bíblica el enemigo ha logrado
revolver el humanismo con versículos bíblicos. Pero eso hace que cada vez la
gente confíe en sí mismo y no en Dios.
h. El asunto en cuestión es que la persona que está siguiendo la doctrina del humanismo, es decir, confiando en sus esfuerzos,
en sus talentos, en si mismo puede lograr cosas en la vida, ser exitoso hasta
cierto punto, (tener platica, un buen puesto, buenas cosas) pero no tiene poder alguno para
llegar a ser cómo Jesús.
i. Por el otro lado, quien
reconoce que no es por su propio esfuerzo, sino que es por el Espíritu de Dios,
que pone su confianza en Dios y no en sí mismo, va a ser bendecido con el
carácter de Cristo y va a ver el éxito en su vida. Tendrá el paquete completo.
j.
Un
creyente confía en que Dios le va a transformar, no pone su esperanza en el
poder humano sino en Dios, (sabe que no hay poder humano que lo cambie a uno) la vida en el
Espíritu es garantía de que el carácter de Cristo va a ser formado en nosotros.
k.
El
poder mismo de Dios va a obrar en ti, si le confias el control al Espíritu
Santo de Dios, de otra manera ser como Jesús es imposible.
l.
Si
dejas de confiar en tu talento para vencer el pecado y confías tu vida al
Espíritu Santo, le dejas obrar, veras la gloria de Dios en tu vida, vas a
crecer espiritualmente, vas a vencer el pecado, vas a poder cumplir con sus
mandamientos porque el poder de Dios va a obrar en ti.
2.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo (la Ley) no tiene poder para
perfeccionarnos. (trae muerte) - El Espíritu tiene poder para perfeccionarnos,
edificarnos (trae vida) 6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el
de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da
vida.
a.
La ley no es la solución a nuestro
pecado, la ley lo que hace es mostrarlo, revelarlo, da evidencia de que está
ahí. Es como la
radiografía espiritual del hombre, le muestra lo mal que está, pero no
es la solución a nuestro cáncer espiritual que es el pecado.
b.
La radiografía no es el tratamiento, no es la medicina que
lo va a sanar a uno, es solo el diagnostico, por lo tanto no es lo que nos va a
sanar, no es lo que nos va a transformar, no tiene poder para ayudarnos.
c.
El tratar de salvarse por la ley, o de
santificarse mediante el cumplimiento de la ley no solamente es imposible, sino que además nos lleva a la
muerte, porque dice la Biblia que por las obras de la ley ningún ser humano
será justificado delante de Él.
d.
El
problema es que nadie puede cumplir con todo lo que la ley demanda, todos hemos
quebrantado los mandamientos, la ley es tan santa, tan buena, tan perfecta que
nos queda grande cumplirla. (la ley no es mala. Salmo 119)
e.
Está
ahí precisamente para que
nos quede grande, para que nos muestre que no podemos solos, que no
damos la talla, para magnificar nuestro pecado, para mostrarnos que necesitamos
de Dios para poder cumplir con ella.
f.
La
ley nos dice las cosas que debemos hacer -
el Espíritu nos da poder para hacerlas.
g.
Hay
gente que me dice: yo quiero pero no puedo. Yo quiero dejar a ese tipo pero no
puedo, yo quiero dejar de ver publicaciones XXX pero no puedo, quiero dejar la
mentira pero me controla. Quizá estés intentándolo en tus fuerzas, quizá estés
confiando en el poder de la Ley. Necesitas empezar a dejar al E.S. obrar.
h.
La
ley dice la Biblia es como un ayo, un tutor que nos dirige a Cristo. Ella nos
dice, estás en el lugar equivocado, para ser santificado necesitas es de Dios,
necesitas de Cristo, necesitas del Espíritu. La ley es como una gran señal de
transito con una gran flecha que apunta hacia arriba. Como quien dice, esto no es lo que estás
buscando, al que necesitas está arriba, es Dios.
i.
Entonces
el poder de la ley es mostrarnos lo grave que estamos, lo incapaces de llegar a
parecernos a Jesús.
j.
Pero
hay uno que si tiene poder
para perfeccionarnos, que tiene poder para ayudarnos a ser como Dios quiere que
seamos, para ayudarnos a cumplir con los mandamientos que Dios requiere, ese es
el Espíritu Santo.
k.
¿Cuál
es ese poder? Efesios nos dice que el poder que opera en los que dependemos de
Dios, en los creyentes, los que tenemos el Espíritu Santo, es el poder que
resucitó a Cristo de los muertos.
l.
El
Espíritu Santo si tiene poder para ayudarnos a cambiar, tenemos que buscar en
el lugar correcto, ese es Dios.
m.
Si
lo has intentado por el lado de la ley te entiendo, a veces uno busca la gente
equivocada para ciertas cosas. Pero para construir una casa uno no busca al plomero,
para arreglar el carro tú no buscas al que arregla bicicletas, tendrán buenas
intenciones pero no te pueden ayudar.
n.
No
busquemos ser perfeccionados donde no vamos a tener resultados, (buscar ser
transformados por la ley es buscar en el lugar equivocado) busquemos a aquel
que puede lograrlo. Dios, Espíritu Santo tiene poder para santificarnos, dependamos
de Él.
3.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo pretende cambiarnos
externamente, impone leyes – El Espíritu nos cambia internamente - cambia el corazón.
3 Es evidente que
ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita
no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra
sino en tablas de carne, en los corazones.
a.
Yo
enseño música, pero nadie me pide hoja de vida, simplemente los alumnos que uno
tiene son su carta de presentación. Ellos ven a los alumnos y les dicen, tocas
bien, ¿quien te enseña? Y así llegan algunos.
b.
Pablo
lo que está diciendo aquí más o menos es que él no llega a lugares con una
carta de presentación para que le dejen ministrar, la prueba de que su
ministerio es efectivo son las vidas transformadas de la gente que Él ha
ministrado. Gente con un cambio verdadero y profundo porque se genera en el
corazón. No un cambio de mentiras, no solo externo, una vida consistente. Así
que la gente podía decir, este apóstol es verdadero, tiene éxito en guiar a la
gente a Dios, que nos predique!!!
c.
Ahora
bien, la ley, el esfuerzo de cambiar con nuestras fuerzas, hace que parezcamos
buenos, que tengamos apariencia de Justos, pero es solo fachada.
d.
Imagínate
una casa que por fuera es hermosa, pero entras y está llena de basura, ratas,
mugre. Así es nuestra vida si tratamos
de cambiar por nuestras fuerzas.
Jesús llamaba a los fariseos
sepulcros blanqueados.(querían que los vieran orando, se vestían como ángeles,
se ponían versículos en la frente y en las manos, daban plata a ojos de todos)
Parecían, pero no eran. Mateo 23: 27 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y
fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen
hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre.28 Así también ustedes, por fuera dan la
impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
A eso nos lleva tratar de
cumplir el reglamento por nuestras fuerzas.
e.
Como
pastores nosotros no tratamos de cambiar a la gente por fuera, no insistimos
mucho en la forma de vestir, en realidad no podemos cambiar a nadie, ni
tratamos de cambiarle, pero si apuntamos al interior, a un cambio en el
corazón, porque si el corazón cambia, las actitudes, la vestimenta y todo lo
externo cambia. Por ejemplo en lugar de insistirle a la gente: "da el diezmo, no te veo dando el diezmo " – Preferimos apuntar al interior: "Deja a Jesús ser el
Señor de tu toda tu vida, incluso en tus finanzas"
f.
La
gente llega pensando en que aquí le vamos a dar un manual donde está la lista
de prohibiciones, pero nunca encontraran aquí algo así. Lo que si te vamos a
animar es que rindas tu vida al señorío de Cristo, que te dejes guiar por el
Espíritu Santo, que te entregues a Dios para que él escriba su ley en tu
corazón.
g.
Solo
rindes tu vida a Dios, le das el control al Espíritu Santo, vas a ver cambios
significativos en tu vida porque la Biblia nos muestra cómo Dios nos da un
nuevo corazón, en el cual están las leyes de Dios, las cuales vas a cumplir, no
como quien sigue una norma para ser salvo o para ser más santo, sino con amor,
porque Dios ha generado un cambio en nuestro interior.
h.
Este
cambio en nuestro interior se refleja en nuestro exterior, ahora nos vestimos, no para llamar la atención sobre nosotros sino para glorificar a Dios, ahora la
sonrisa no es hipócrita, porque viene de un gozo interior inmenso, por la
salvación de Dios, ahora nuestras actitudes cambian, pero no para aparentar,
sino porque hace parte de nuestra nueva naturaleza.
i.
Ahora todo cambia, porque nuestro corazón
cambia. Es que si el corazón cambia, todo cambia porque la Biblia dice: de toda
cosa guardada guarda tu corazón, porque de Él mana la vida. El corazón es como
el manantial de donde brota la vida del hombre, si el manantial está sucio,
todo está sucio, pero si el manantial es limpio, todo en nosotros se limpia,
por eso Dios no apunta a que cambiemos externamente mediante cumplir con la
ley, Él apunta al corazón, a transformarlo mediante la vida en el Espíritu.
j.
Ese
cambio interior que se refleja en lo exterior fue lo que le pasó a Moisés, la
gloria de Dios se veía en su rostro. V7, y esto también pasará contigo, si
permites que el Espíritu Santo te transforme de adentro hacia afuera. Si tú se
lo permites, él va a sacar la mugre de tu vida, va a transformar tu corazón, y
vas a verte diferente. (el corazón alegre hermosea el rostro, radiantes están
todos los que a Él acuden)
4.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo (la Ley) es rechazar a Cristo – la Vida
en el Espíritu reconoce la necesidad de Cristo –
.14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de
modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo
pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta
el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero
cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.
a.
El
tratar de hacer la voluntad de Dios en sus fuerzas, mediante cumplir con la ley
por su propio talento humano, es como si uno dijera: no necesito de Jesús para
cambiar, yo puedo solo, no necesito de Jesús para salvación, yo puedo. Es
rechazar a Cristo, es rechazar la ayuda de Dios.
b.
Esta
gente piensa: Siguiendo unas normas, unos requisitos, un manual voy a poder
llegar a ser santo.
c.
El punto es: si puedes llegar por tus propios
medios, ¿para qué necesitas a Dios? Para nada, no necesitas un salvador, no
necesitas al iniciador y perfeccionador de la fe.
d.
En
cambio la vida en el Espíritu, la vida que depende en todo de Dios, reconoce la
necesidad de Cristo.
e.
Es
precisamente eso: una dependencia. El hombre de Dios depende del poder del
Espíritu Santo para ser perfeccionado.
f.
Un
bebé es totalmente dependiente de sus padres para vivir, necesita el alimento
de la madre, la ayuda en todo, que se le cambien los pañales, que se le vista,
un bebé nunca te dirá: déjame, yo me las arreglo, yo puedo solo.
g.
Un
farmacodependiente. Necesita de las drogas para sentirse bien.
h.
El
cristiano verdadero, que está en proceso de ser como Jesús es un dependiente de
Él, se parece a ese bebé, es como ese drogadicto, pero que no necesita de las
drogas, necesita de Jesús, sabe que no puede solo, necesita del Espíritu para
vivir, si no está el Espíritu se desespera, muere, necesita del poder de Dios
para poder cumplir con sus mandamientos.
i.
Por
eso lo busca, por eso se relaciona con Él durante todo el día, por eso reconoce
su voz, por eso le permite cambiar su vida.
j.
Mi
hermano, no rechaces a Cristo, no dependas de tus fuerzas, conviértete en un
dependiente de Dios para todo, depende de Él para que puedas ser como Jesús.
5.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo pone un velo en nuestros ojos -
El hacerlas por el Espíritu quita el velo, nos da revelación de las cosas de
Dios –
13 No hacemos como
Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no
vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.14 Sin
embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen
puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado,
porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta el día de hoy,
siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero
cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.
a.
Esta
cita dice que muchos israelitas tienen aún un velo que les cubre el rostro,
leen la ley y no logran entenderla del todo, ni siquiera reconocen al Mesías,
aunque todo el Antiguo testamento apunta que ese Mesías es Jesús.
b.
Eso pasa hoy cuando no te vuelves al Señor,
cuando no dependemos de Él, sino del cumplimiento de la ley en nuestras fuerzas
para ser transformados, hay un velo que no le deja entender a uno las
escrituras del todo, que no le deja entender las cosas de Dios. La gente hoy:
i. Usa mal la Biblia. Sacan versículos
de contexto, justifican pecados.
ii. La malinterpreta
iii. La critican – se burlan de ella
iv. Se duermen cuando la leen
v. No se les queda nada
vi. No la entienden.
vii. Quieren aplicarla a la vida
pero no pueden.
¿Porqué? Porque tienen un velo
en el corazón que no les permite entender, su revelación es muy limitada.
c.
Es
que definitivamente uno no puede entender del todo la Palabra con esta mente
finita, aunque con nuestro intelecto, estudio etc, podemos saber muchas cosas, es
más, debemos estudiar la Palabra de Dios, pero la revelación de la Escritura
viene por la ayuda del Espíritu Santo,
por eso es importante orar antes de leer, diciéndole a Dios que nos revele, que
su Espíritu nos guie en la lectura. Eso es muestra de que dependemos de Dios y
no de nuestro intelecto para recibir la revelación.
d.
Es
que en nuestras fuerzas podemos llenarnos de conocimientos, podemos manejar
mucha información, pero sin la revelación del Espíritu no habrá un cambio de
vida, la Palabra no va a germinar, crecer y dar el fruto por el cual Dios la
envía.
e.
En
cambio cuando nos volvemos al Señor, dice la Palabra que el velo es quitado.
Cuando le permitimos a Él ser el Señor de nuestras vidas, cuando dependemos de
Él para nuestra salvación y nuestra santificación, algo pasa en nuestra vida.
i. Entendemos la Palabra,
ii. La disfrutamos más – antes no.
iii. Uno ve en la Biblia cosas que
antes no veía.
iv. Uno sabe cómo aplicarla a la
vida.
v. Uno tiene poder para aplicarla,
porque ese poder viene de Dios y no de los hombres.
vi. Un velo cae de nuestros ojos
espirituales que nos permite entender su Palabra.
Antes de conocer a Jesús yo
había leído la Palabra, pero sin mucho provecho, pero recuerdo cuando conocí a
Jesús, algo pasó, empecé a entender todo lo que ahí estaba, al leer la Palabra
empecé a llegar a conclusiones que luego fueron confirmadas por otros
creyentes.
Para ser como Jesús nosotros
necesitamos revelación de la Palabra, necesitamos de Él, necesitamos conocerle
a través de lo que está escrito de Él en las escrituras, pero necesitamos al
Espíritu Santo, reconocer con humildad que solos no podemos llegar a ser como
Jesús, debemos dejar que el Espíritu de Dios obre en nosotros.
6.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo trae esclavitud - El Espíritu
trae libertad –
.17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde
está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
a.
Hay
gente que anda por la calle, al parecer libres, pero realmente están presos.
Los ves muy desenvueltos, pero la verdad están encadenados.
b.
El
tratar de ser como Cristo en nuestras fuerzas nos vuelve esclavos, porque de
esa forma no podemos vencer el pecado, y mientras el pecado nos domine somos
esclavos del pecado.
Depender de nosotros mismos nos
vuelve esclavos:
i. Del temor.
ii. De la culpa. Siempre recaigo-
no hay poder.
iii. De buscar la aprobación de
Dios. Nada de lo que hago es suficiente.
iv. De la incertidumbre. No sé si
voy al cielo o no.
v. Del orgullo. La religión me
hace creer que soy mejor que otros.
vi. Del pecado, porque nunca la
podemos cumplir.
c.
Cuando
estamos sin Cristo, sin la ayuda del Espíritu Santo, sin el poder de Dios, o
dependiendo de nosotros mismos para vencer el pecado, en realidad en nuestra
vida hay cadenas que nos atan, el pecado nos esclaviza, nos mete en una cárcel
que no podemos salir. Luchamos por salir del pecado y no podemos, estamos
atados, hasta que le entregamos el control a Jesucristo, EL CAMINO DEL HOMBRE
NOS TRAE ESCLAVITUD. Pero eso no fue lo que vino a darnos Jesús, Él no vino a
traernos cadenas, vino a romperlas, no vino a meternos en una cárcel, vino a
sacarnos de ella. (conoceréis la verdad…)
De ti depende como quieras
vivir, si en la esclavitud o vivir en Libertad.
Si vivir en la esclavitud de
tratar de ser como Jesús a nuestra manera, de ti depende tratar de romper los
barrotes de acero de la cárcel con un cuchillo de cocina (vencer el pecado en
nuestras fuerzas) o dejar que Cristo, con el poder que le resucitó de los
muertos, es decir el poder del Espíritu, para que nos haga totalmente libres.
d.
Si
entregamos nuestra vida a Cristo, le damos el señorío de nuestra vida, vamos a
ser libres del pecado. Si permitimos a Cristo transformar nuestra vida, si le
damos cabida al Espíritu Santo, las cadenas van a caer, vamos a estar en
libertad:
i. para amar,
ii. para hacer la voluntad de Dios.
iii. Para vivir una vida Cristiana
victoriosa.
iv. Para obedecer sus mandamientos
no como quien sigue una exigencia, como quien lleva una pesada carga, sino que
los hacemos con gusto, con amor.
Me recuerda a la mujer que
tenía un marido muy exigente el cual le daba una lista de todas las cosas que
tenía que hacer… se sentía como una esclava, vivía estresada…
Luego murió y se casó con otro…
este la amaba, la protegía, le daba dirección amorosa… hacía todas las cosas de
la lista por amor, vivía dichosa…
Tú decides. Oro para que no seas de los que tomas tu vida
en tus manos, sino que seas de los que le rinden todo a Dios, de los que
dependen del Espíritu de Dios para ser libertados del poder del pecado, para
ser transformados.
Donde
está el Espíritu de Dios allí hay libertad.
7.
Tratar
de ser como Jesús por nuestro esfuerzo (La ley) tiene una gloria decadente
- El que depende del Espíritu para ser
como Jesús tiene una gloria que va en aumento.
7 El
ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue
tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la
gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo...
11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba
extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!... 13 No
hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los
israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo. … 13 No
hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los
israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo… 18 Así,
todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más
gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
a.
Cuando
a Moisés se le dieron las tablas de la ley, la gloria de Dios era tan fuerte en
su rostro que los Israelitas estaban muy asustados, así que la solución fue
ponerse un velo que cubría su rostro, sin embargo esa gloria era pasajera, fue
disminuyendo, sin embargo Moisés al parecer siguió con ese velo.
b.
La
ley si tenía gloria, si fue gloriosa, fue la primera gran revelación de Dios,
escrita con su propio dedo, dada a Moisés y al pueblo. Una ley Santa, pura,
perfecta. Pero su gloria es pasajera, porque la idea de Dios era presentar la
ley, mostrar que no la podíamos cumplir y luego que reconociéramos a Jesús,
escribir esa ley en nuestro corazón.
c.
La
gente que se decide con muy buenas intenciones, a dejar el pecado con sus
propias energías, quizá empieza bien, con fuerza, con ánimo, (voy a leer la
Biblia, voy a orar, voy a congregarme, voy a diezmar, voy a obedecerle a Dios)
pero poco a poco van decayendo, su poder se va acabando, su fuerza va
menguando. Es una gloria decadente. Empieza con fuerza pero se va agotando.
d.
En
cambio los que están llenos del Espíritu y dependen de Él para cambiar, para
ser transformados, dice el vs 18 que son transformados de gloria en gloria. Es
decir, es una gloria que crece y que hace que cada día seamos más y más
parecidos a Jesucristo.
e.
Ves
la importancia de dejar de confiar en nosotros mismos y de empezar a poner
nuestra confianza en Dios? Ves la importancia de dejar de hacer todo en
nuestras fuerzas y de una vez rendirnos a Dios?
f.
Al
entregar nuestro corazón para ser transformado por el Espíritu es quitado el
velo de nuestra cara, pero además nos convertimos en un espejo que refleja la
gloria de Dios, cuando la gente nos ve, ve a Cristo, ve su gloria.
g.
Mi
hermano, La gente debería estar viendo en ti la gloria de Dios, una gloria
creciente, si tú no estás reflejando la gloria de Dios, algo anda mal.
h.
Hay
gente que me ha dicho: Tu eres Cristiano? Ahh, con razón, ahora entiendo… cómo
no me había dado cuenta… por eso eres honesto… por eso eres diferente…
Conozco otros casos que no es
así. Tú eres cristiano? Caramba!!! En serio? Tú vas a la iglesia? No parece.
i.
Dos
posibilidades, o no has nacido de nuevo, y no hay gloria alguna, o estás
tratando de ser cristiano en tus propias fuerzas y tu gloria es decadente.
j.
Pero
si tu dejas al Espíritu obrar, le rindes tu vida, pides cada día su dirección,
escuchas su voz y le obedeces, entonces vas a ser un reflejo de Cristo para el
mundo, vas a reflejar gloria tras gloria, vas a crecer y a asemejarte cada día
más a Cristo.
8.
Tratar
de ser como Jesús por medio de la ley no logrará ninguna transformación en
nosotros – Depender del Espíritu Santo para nuestra santificación logrará que
seamos transformados a la imagen de Cristo.
18 Así, todos
nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más
gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
a.
El
esfuerzo humano, para llegar a ser como Jesús no logrará ningún cambio en
nosotros. No tiene ningún valor.
b.
Donde
no está el Espíritu Santo no hay poder, si no está obrando en nosotros el
cambio es imposible. Quizá obrando en nuestras fuerzas nos pareceremos a otro
pero no a Jesús.
c.
En
cambio a través del Espíritu, dice esta cita que vamos a llegar a ser como
Cristo, que lo que reflejaremos será su imagen. Que seremos transformados más y
más a su semejanza.
d.
El
Espíritu Santo que se movía sobre las aguas en un principio, que puso orden al
planeta, es el mismo que puede ponerle orden a tu vida si le dejas obrar.
e.
El
Espíritu Santo tiene todo poder para transformar nuestra vida, Él fue quien
resucitó a Cristo, por Él, Jesús y sus discípulos hicieron grandes milagros,
solo por su poder podemos llegar a ser como el Padre quiere que nosotros
seamos: hechos conforme a la imagen de su Hijo Jesucristo.
Hermanos,
la ley moral de Dios descrita en los diez mandamientos, sigue vigente, sigue
siendo actual, hay leyes ceremoniales que terminaron con la muerte y
resurrección de Cristo, pero los diez mandamientos que describen la ley moral,
están en pie, sin embargo en nuestras fuerzas no los vamos a poder cumplir, no
los vamos a cumplir con el poder de la mente, ni con actitud mental positiva ni
con la religión, necesitamos del Poder del Espíritu Santo para vencer,
NECESITAMOS QUE ÉL ESCRIBA SU LEY EN NUESTRO CORAZÓN, PARA llegar a ser como
Jesús quien no incumplió ninguno de los mandamientos, aunque fue tentado en
todo pero sin pecado.
HAY
DOS CAMINOS PARA LLEGAR A SER COMO JESÚS, UNO EFECTIVO Y OTRO INEFECTIVO. UNO
FRUSTRANTE Y OTRO QUE NOS DA SATISFACCIONES. UNO QUE NOS TRAE AMARGURA Y EL
OTRO MUCHAS ALEGRÍAS. EL ESPÍRITU Y LA LEY.
CUAL
ESCOJERÁS TÚ?
EL
DE LA DEPENDENCIA DE DIOS O EL DE LA DEPENDENCIA DEL HOMBRE?
EL
QUE TRATA DE CAMBIAR EL EXTERIOR O EL QUE CAMBIA EL CORAZÓN?
EL
QUE VA DE GLORIA EN GLORIA O EL QUE TIENE UNA GLORIA DECADENTE?
HOY
ES UN BUEN DÍA PARA RENDIRLE TU VIDA ENTERA A JESÚS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario