2
corintios 3: 3 Es evidente que
ustedes son una carta de Cristo, expedida[a]por nosotros, escrita
no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra
sino en tablas de carne, en los corazones.
4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.8 Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?9 Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!10 En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria.11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!
12 Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza.13 No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.8 Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?9 Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!10 En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria.11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!
12 Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza.13 No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.15 Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.16Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
Introducción:
2
caminos para llegar a ser como Jesús:
-
uno
muy frustrante y otro que te traerá satisfacciones.
-
Uno
es un camino de huecos, piedras, montañas, obstáculos, el otro es como una
autopista asfaltada.
-
Uno
es como tratar de avanzar en un carro con ruedas cuadradas. El otro es como ir
en avión en las cosas espirituales.
-
Uno
es como el niño que tiene una tarea imposible de hacer para su edad pero quiere
hacerla solo, el otro es como el niño que tiene una tarea imposible de hacer
para su edad pero confía en la ayuda de su padre.
-
Uno
es como tratar de llevar la contabilidad del Cerrejón con lápiz y papel, sin la
ayuda de siquiera una calculadora, y la otra es como llevarla con un programa
sofisticado que es solo ingresar datos, y que al final te hace la contabilidad
y hasta gráficos.
La ley, el Espíritu.
El
camino de la ley es tratar de ser como Jesús (Santificación) en nuestras propias fuerzas, con nuestros
métodos. Es el camino de la religión, de querer llegar por nuestros esfuerzos.
El camino de la ley. Este camino se queda solo en buenos intentos, HACE MÁS
DAÑO QUE BIEN, sencillamente no
podemos ser como Jesús con nuestras fuerzas. Sencillamente es imposible.
El
camino del Espíritu es permitirle al Espíritu Santo que transforme nuestra vida
a la imagen de Jesucristo, es el camino de la dependencia de Dios, es el camino de la relación
con Dios a través de Jesús y con la ayuda del Espíritu Santo. Este camino nos
llevará a la victoria. Es
Dios mismo en nosotros obrando!!!!!.
Hoy
veremos una comparación entre estos dos caminos, al final tú tendrás que
escoger entre estos dos caminos para llegar a ser como Cristo.
Tú
tendrás que escoger entre la religión y Cristo. Tú tienes que escoger entre la
ley y terminar agotado y sin resultados, o el Espíritu y andar aliviado y en
victoria.