Los hechos de esta semana, y de estos últimos tiempos aquí en Riohacha revelan las profundas heridas que esta ciudad tiene, revelan que hay un enemigo de nuestras almas que quiere robar, matar y destruir.
Sin embargo como iglesia Dios nos hay delegado autoridad a nuestras vidas, nos ha puesto como sacerdotes en esta ciudad, nos ha dado herramientas poderosas, que si las utilizamos bien, podremos contrarrestar las acechanzas del maligno.
Hay cosas que la iglesia puede hacer si quiere Sanidad para su tierra.
No es vivir asustados, no es pasar la noche en blanco para cuidar las calles, ni es meternos todos en el mismo cuarto. No es criticar a todo el mundo. Estas cosas no dan solución al problema. No es comprar armas, tenemos armas más poderosas que las armas que conocemos.
Hay algunas cosas que como ciudadanos y como pueblo de Dios tenemos que hacer si queremos que nuestra tierra sea sanada. Las encontramos en 2Cr 7:14 si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
Veamos en esta cita estas cosas que tenemos que hacer.