Por Julio Guzmán
Salmos 23
1 El SEÑOR es mi *pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; 3 me infunde nuevas *fuerzas. Me guía por sendas de *justicia por amor a su *nombre. 4 Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. 5 Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar. 6 La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del SEÑOR habitaré para siempre.
Hay empresas que están dedicadas a prestar servicio de seguridad a otras instituciones. Si tú vas a este tipo
de empresas a enterarte de cómo funciona, te van a indicar los beneficios de contratar. Por ejemplo: - Instalación de alarmas y cámaras en puntos clave. –Cuando suena la alarma van llamarte a ver que es lo que pasa – van a llegar personas de seguridad a ver que es lo que pasa – aseguran las cosas de valor - ponen vigilantes las 24 horas. El precio es tanto ¿lo tomas o lo dejas?
El punto es que por el mismo valor obtienes muchos beneficios.
Algo así, pero mucho mejor sucede cuando tú voluntariamente te acoges al pastoreo de Dios, cuando te dejas pastorear por Cristo, cuando haces de Jesús el jefe de seguridad en tu vida para que sea ÉL que te cuide. Recibes innumerables beneficios, y sin pagar un peso, solo con la decisión de permitir que el te pastoree, entregándole tu vida a su cuidado.
Y eso es lo que quiero que reflexiones hoy, Los que amamos a Dios recibimos muchos beneficios cuando dejamos que él sea nuestro pastor.
En este Salmo tan famoso, veamos los beneficios que recibimos cuando somos pastoreados por Dios.