lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuatro verdades que cambian el rumbo de nuestra vida


Material de Apoyo
3:16: "Los Números de la Esperanza"
Max Lucado 
  
No podríamos hablar del amor de Dios sin tocar el versículo que vamos a tocar hoy, es un versículo del cual se han cantado canciones, se han escrito libros, se han hecho comerciales, se ha impreso en camisetas, hasta se han hecho cajones peruanos…

Es el versículo más citado, más predicado, más memorizado, más famoso de la Biblia, el más conocido por cristianos y no cristianos. Es el mejor versículo  que podemos usar si queremos hablar del amor de Dios.

Si creyéramos las verdades consignadas en este versículo en este versículo veríamos como resultado una transformación total en nuestra vida, pueden cambiar nuestra mentalidad con respecto a Dios, a la vida, y pueden cambiar nuestro destino.

Veamos en este versículo cuatro grandes verdades que pueden cambiar el rumbo de nuestra vida.

Dos tienen que ver con Dios, Dos tienen que ver con el hombre.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La Santidad de Dios


Material de Apoyo:
La Santidad de Dios
R.C. Sproul

Hacia donde conduce nuestra vida 
la revelación de la Santidad de Dios.

Cuando uno va a enfatizar algo, una de las formas que usa es la repetición.
  
Cómo te imaginas:
-         Una casa grande: Una casa espaciosa. Una casa grande, grande, grande: Casi un mansión.
-         Un tipo gordo. Un tipo gordo, gordo. Un tipo gordo, gordo, gordo.
-         Un novio feo. Un novio feo, feo. Un novio feo, feo, feo.
Cada repetición nos muestra un nivel de énfasis superior. 

El pueblo Hebreo usaba mucho la repetición para enfatizar.
-         Jesús decía: de cierto de cierto te digo…
-  Pablo decía: el que predique un evangelio diferente que sea anatema… y lo repetía.
-         Cuando los profetas decían, Ay… la gente temblaba, pero cuando decía Ay, Ay, Ay… temblaba, lloraba, no dormía.

En la Biblia cuando leemos acerca de los atributos de Dios, todos los vemos en el primer grado. No dice que Dios es amor, amor, amor, no dice que Él sea misericordia, misericordia, misericordia. No dice que Él sea ira, ira, ira. Pero hay un solo atributo elevado a la tercera potencia. Dios es Santo, Santo, Santo. Hay un énfasis en su santidad, es tan perfecto, tan apartado del pecado, de la imperfección, de la suciedad del mundo, de la corrupción, es tan limpio, que un solo “Santo” no es suficiente.

Hubo un hombre en la Biblia que se enfrentó cara a cara con el Dios Santo, que experimento de primera mano lo que sucede en nuestra vida cuando nos es revelado su Santidad, cuando entendemos la dimensión de que Dios es Santo, Santo, Santo.

Isaías 6: La misión de Isaías
 1 El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo.2 Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.3 Y se decían el uno al otro:  «*Santo, santo, santo es el Señor *Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.» 4 Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo.5 Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios *impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!» 6 En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar.7 Con ella me tocó los labios y me dijo:
      «Mira, esto ha tocado tus labios;  tu maldad ha sido borrada,  y tu pecado, perdonado.»
8 Entonces oí la voz del Señor que decía:  —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?
   Y respondí:   —Aquí estoy. ¡Envíame a mí! 

Este hombre le tocó profetizar en una época difícil en Israel, en una transición en el poder, una época de mucha corrupción, este hombre se llamaba Isaías.

La visión que tuvo de la Santidad de Dios, cambió su vida por completo, Dios le dio una dimensión nueva acerca de Él y acerca de si mismo, esta revelación que tuvo, nos enseña HACIA DONDE ES LLEVADA NUESTRA VIDA CUANDO RECIBIMOS LA REVELACIÓN DE LA SANTIDAD DE DIOS.